La concepción del mundo se trata de una serie de principios que dan razón a la conducta de un sujeto, en otras palabras, se trata de las creencias y las actuaciones inconscientes en la vida cotidiana. No se trata de reflejos mecánicos de la realidad social y vivida, sino que cuenta con reflejos ideológicos.
Estos principios están explícitos en la cultura de la sociedad en la que vive el individuo. Esta cultura contiene un conjunto de afirmaciones acerca de la naturaleza del mundo físico y de la vida. Por ello podemos afirmar que la parte contemplativa está íntimamente relacionada con la parte práctica.
Debemos distinguir entre la concepción del mundo y la ciencia positiva. Las concepciones del mundo suelen presentar unas pautas muy concentradas y conscientes, bien en forma de credo religioso-moral o de sistema filosófico. Posteriormente esta última concepción fue arrebatada por las ciencias positivas, como único método de supervivencia esta filosofía pretende dar razonamiento al contenido de estas ciencias. Pretende ser un saber, quiere ser un conocimiento real del mundo con la misma positividad que las ciencias.
La pretensión de la filosofía sistemática caduca en el siglo XIX por varias razones. La causa principal es la constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna. Se caracteriza por su intersubjetividad, es decir, todas las personas adecuadamente preparadas entienden la formulación del mismo modo; y son capaces de posivilitar provisiones exactas. El conocimiento positivo posee unos rasgos que dan al hombre una seguridad y un rendimiento considerables.
Las concepciones del mundo contienen afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los métodos decisorios del conocimiento positivo que son la verificación o falsación empíricas y la argumentación analítica (deductiva o inductivo-probabilitaria).
Estos rasgos plantean la relación entre la concepción del mundo y el conocimiento científico-positivo. Una concepción que tome a la ciencia como único cuerpo de conocimiento real sería una investigación positiva. Pero la inspiración de la concepción del mundo de esta se produce continuamente a lo largo de toda la investigación, en combinación con necesidades internas, dialéctico-formales,…
La concepción comunista del mundo está basada en la aspiración a terminar con la obnubilación de la consciencia con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. Es una concepción del mundo explicita en donde la liberación de consciencia implica una liberación de la practica. Sus elementos explícitos no los pueden considerar como un sistema de saber superior al positivo; se sostiene y actúa a partir de las ciencias reales. Parte de una concepción de lo filosófico como un nivel de pensamiento científico: la inspiración del investigar y de la reflexión sobre su marcha y sus resultados.
No existe un conocimiento por encima de lo positivo y tanto el punto de partida como el de llegada es la ciencia real; una concepción del mundo que motiva la ciencia misma. La explicación de los fenómenos debe buscarse en otros fenómenos reales, no en instancias ajenas o superiores al mundo. Este principio denominado inmanetismo esta en la base del hacer científico, no admite las causas no naturales.
El materialismo junto con la dialéctica son los principios básicos del marxismo, se inspira por tanto en el hacer científico-positivo y en sus limitaciones. Emplea un método analítico-reductivo, eliminando factores irracionales en la explicación del mundo y reduce analíticamente las formaciones más complejas y más homogéneas cualitativamente. Se intentan obviar conceptos con contenido cualitativo para limitarse a relaciones cuantitativas o al menos materialmente vacías.
El análisis reductivo practicado por la ciencia tiene regularmente éxito, este es descomponible en dos aspectos: la reducción de fenómenos complejos a nociones mas elementales y mas homogéneas; y la eliminación de connotaciones cualitativas que permiten penetrar en la realidad muy eficaz y materialmente ya que posibilita preguntas muy exactas. También posibilita a la larga la formación de conceptos mas adecuados.
El ámbito de relevancia del pensamiento dialéctico es precisamente el de las totalidades concretas. La concepción del mundo tiene que dar de si una determinada comprensión de las totalidades concretas; trata y entiende las concreciones reales: aquello que la ciencia positiva no puede recoger.
La tarea dialéctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo. El análisis marxista se propone entender la individual situación concreta sin postular más componentes de la misma que los resultantes de la abstracción y el análisis reductivo científicos.
En definitiva el nivel del discurso es la comprensión de las concreciones o totalidades; estas son ante todo los individuos vivientes y las particularidades formaciones históricas. El universo como totalidad debe pensarse dialécticamente sobre la base de los resultados de dicho análisis.
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